El Rincón del Olvido

Una sección de Ángel Cabrera


Avda. de la Constitución, tramo entre los dos puentes:

                                                     “ EL TUNEL DELTERROR”

No, por mucho que cueste creerlo, no es un decorado de Walking Dead, ni una imagen de Chernobil, treinta años después, o un pasaje del Bronx en Nueva York, no. Es simplemente una exposición municipal permanente de desidia, abandono, descuido y dejadez.

En medio de la ciudad, conectando la Avenida de Aragón con la zona de ocio y la ciudad deportiva en construcción ( cuyo presupuesto y ejecución son y serán el asombro de nuestros vecinos en los siglos venideros) , se encuentra  esta tierra de horror, este resto de naufragio, este paseo que nadie  pasea, por el que solo se va de paso, deprisa y de día, porque de noche da miedito.

El tramo junto al río, que esta cubierto por las enredaderas y aislado por unos muretes, es un dormitorio/cagatorio/vomitorio  para todo aquel que no tenga donde dormir, o quiera colocarse con su panda o necesite evacuar después de una borrachera. Los bancos que hay en esta zona (los que quedan)  están en unas condiciones tan lamentables que dan asco, despintados o pintarrajeados, desvencijados y sucios hasta la nausea, dejan bien claro el tipo de persona que acepta sentarse en ellos. La parte de los muretes que dan al interior tienen el mismo aspecto, están adornados con grafitis,  manchados con  restos de materia orgánica (sí, mierda y orina) a lo largo de todo el tramo. La barandilla que da al río está en las mismas condiciones: despintada, ajada y con un aspecto lastimoso. Si, a pesar de su aspecto, logras vencer el asco, te arrimas a ella y te asomas al río, verás un vertedero urbano. Allí abajo, en la orilla del río, están acumulados los residuos sólidos de la fauna que puebla el lugar: bolsas, latas, paquetes de tabaco, botellas vacías…toda una muestra de incultura e incivismo que nunca, nadie, ha limpiado.

Los árboles de la ribera que llegan hasta el paseo, podrían darle un marco agradable, si estuvieran algo cuidados. Al no estarlo, son una barrera de caos vegetal que aísla aún más el paseo, encajonándolo , El suelo es una sucesión ininterrumpida de baldosas, levantadas, tramos hundidos, parches antiguos…ir por ahí son ganas de jugarte la pierna.

En medio se alza una glorieta. No puede haber nombre más injusto para una construcción, debería llamarse ruineta.  De nuevo pintadas, desconchones, suciedad, roturas por doquier, oxido…

A su alrededor, el suelo también esta como el resto, levantado por un sitio, hundido por otro, lamentable por todos los lados. Desde la glorieta hasta el puente de la NII, más de lo mismo. Al final y junto al puente, otro de los “arbustos gigantes” da el toque selvático tan característico de todo el paseo.

La zona descubierta es un poco mejor, cosa lógica ya que no hay casi nada que cuidar. Aún con todo, allí esta de nuevo el suelo irregular, la suciedad, las gomas de riego a la vista, los raquíticos rosales…

Una reforma integral del paseo hubiera sido más necesaria que la faraónica obra de la Avenida de Madrid, por ejemplo.
Los tiempos son los que son, y un ayuntamiento razonable debe adecuarse a ellos. La Avenida de Madrid podía reformase de una forma más modesta y menos pretenciosa. El dineral que va a costar se podía haber empleado en muchas pequeñas reformas necesarias, imprescindibles, y que hubieran abarcado varias zonas de la población. En el caso de la Avenida de la Constitución, zona de todos, tierra de nadie, así debería hacerse.

Nuestra propuesta para el tramo de hoy:

Derribar los muretes que hay entre las columnas, “aireando” el túnel y dejándolo a la vista.
Respetar los árboles pero eliminar las parcelitas de enredaderas y follaje variopinto, situando en su lugar bancos adosados a los que hay dentro y que miren hacia la estación de autobuses.
Reparar TODO el pavimento, sin parches ni pegotes. Se puede optar por hormigonar, si las baldosas acaban siempre por romperse.

Hablar con la CHE y limpiar la ribera del río, eliminar los árboles muertos, esponjar los que queden, podarlos de forma que sus ramas no estén delante sino arriba del paseo, dando sombra y sin ocultar la vista de Fraga

Plantearse si la glorieta sirve para algo. Si es así repararla y mantenerla, si no es así, desmontarla y en su lugar situar una “isla” redonda de césped con árboles y plantas.

Limpiar y repintar los bancos y la valla,

Soterrar gomas de riego etc etc.

Coste:
Una reforma de este paseo, hecha con mesura, contando con la brigada municipal y otros efectivos del ayuntamiento, costaría mucho menos dinero del que pueda parecer y sus beneficios serían muy altos, ya que se recuperaría una zona muy grande para disfrute de los fragatinos.
En modo alguno hace falta una nueva “faraonada” y menos si se hace con el criterio de la mentada Avda. de Madrid. En cualquier caso y evitando partidas  innecesarias, como el sueldo del asesor de comunicaciones del ayuntamiento Sr. Perez Lapinta, (30.000 € anuales) o eventos que apestan por su nula transparencia y su elevado costo (Fraga Cuenta: 25000) ya podríamos ir comprando arena, cemento, un par de carretillas, tijeras de podar, etc, etc..























AVENIDA DE LA CONSTITUCIÓN. 
tramo primero, desde estación de autobuses hasta lo "pon vell"

“Resguardado del Cierzo en invierno y a cubierto del sol en verano”.
Con estas palabras se inauguraba el paseo de la Constitución. En su día fue la la obra mas importante de Fraga ya que  enlazaba la avenida de Aragón con la zona deportiva de la ciudad. Amplias aceras, amplia calzada, mucho aparcamiento…en fin, una gran obra para disfrute de todos los fragatinos. Hoy en día es una exposición permanente de abandono, dejadez y suciedad. Tal es el estado de la vía, que la dividiremos en partes para ocuparnos de ella con la atención que merece.

Avda. Constitución: Desde la estación de autobuses hasta el puente.
En tan poca extensión se concentran toda clase de desatinos:
El pavimento está agrietado y levantado, siendo un peligro claro para cualquier viandante. Las gomas de riego por goteo están a totalmente a la vista, sin soterrar, y son un objetivo fácil para cualquier gamberro que quiera destrozarlas. Los bancos tienen un aspecto sucio y descuidado y están despintados en algunas partes. El jardín, bastante bonito, del Instituto Ramon J. Sender queda oculto totalmente por unos arbustos, que se han dejado crecer a su antojo durante años. Dichos arbustos alcanzan la altura de las copas de los árboles, invaden la acera y dan una imagen “selvática” y de abandono total. Los rosales son unos pocos y raquíticos ejemplares que malviven en el secarral entre árbol y árbol. El paseo se interrumpe con la salida de la calle que viene de la avenida de los deportes. La calle fue concebida para peatones pero un cambio de criterio la ha convertido en un embudo circulatorio, sobre todo a las horas de entrada y salida de los institutos. En la salida a la avenida, junto al puente, un paso de cebra con poca visibilidad para el conductor, corta el paseo y expone a riesgos al viandante.  Justo bajo el puente se halla el punto más negro del tramo. Un árbol levanta toda la acera, a su lado uno de los “arbustus  gigánteus” compite con él en altura y  envergadura, complementa el cuadro una caseta de ladrillazos grises adosada al puente y cerrando casi totalmente el paso.

Solución: arreglar el pavimento,
soterrar las mangueras de riego
Eliminar los espacios desérticos entre árboles,  dejando solo estos con adoquines sobrepuestos hasta el tronco, como se ha hecho en la Avda. Reyes Catolicos. Otra solucion sería conservar dicho espacio, quitar los rosales supervivientes y malcuidados y rellenarlo con piedra blanca decorativa o gravilla, tal y como se ha hecho en alguna rotonda.
Eliminar los arbustos gigantes dejando a la vista el jardin de abetos del Instituto
Limpiar y adecentar los bancos del tramo
Rodear la caseta con enredaderas y pintarla del color del puente, para integrarla todo lo que sea posible, si es que no se puede quitar directamente.

Coste de la obra: lo ignoro, pero con los 25.000 euros del cuentacuentos y los 30.000 del asesor del Sr. alcalde,suman un buen pico para empezar la obra.



arbustos, grietas, gomas a al aire
más arbustos y el rincón de la mugre
vista limpia, jardin bonito...¿no sería mejor así?





El Rincón del Olvido: La Avenida del Parque o "lo carré del jubilao"

No es una calle cualquiera. Es la calle que da a un instituto, al Centro de Día y a un colegio de nuestra ciudad. A través de ella se accede también al Centro de Salud  y por tanto al aparcamiento para los cuatro centros mencionados. Tiene dos aceras bien diferentes. Una es minúscula y la otra es mucho más amplia, las dos tienen, sin embargo, algo en común: Están destrozadas y son un peligro evidente para los viandantes.
El problema es que las raíces de los árboles han levantado el suelo y el paso es peligroso para cualquiera que utilice la calle. No quiero exacerbar la fobia que nuestros munícipes tienen hacia los árboles, así que me apresuro a decir que no se deben talar los pinos que provocan el problema. Como yo no soy jardinero y no entiendo nada del tema he recurrido a internet, como cualquier mortal hace hoy en día y …¡bingo!. Resulta que el problema no solo ocurre en las calles fragatinas. Al parecer otras ciudades sufren situaciones parecidas y por lo visto tienen solución. Desde zanjas en el perímetro del árbol, que sirven para acotar las raíces y luego fijarlas, rellenando los huecos con cemento u otros materiales, hasta descubrirlas (las raíces) y efectuar una poda para dejarlas después al aire en parte. No son los únicos sistemas hay más y también hay empresas que se dedican a aplicarlos. Están a la distancia de un clic en el teclado. Lo de los baches en la calzada es mas fácil de arreglar.
Así pues conociendo ya que la cosa puede arreglarse, no me cabe duda de que en unos días nuestro ayuntamiento contactará con quien corresponda y, en un plazo más o menos breve, tendremos las aceras en perfectas condiciones y sin temor a que algún viandante se descalabre o se rompa la pierna o sufra un esguince o…



Solución: Cualquiera de las apuntadas más arriba.

Coste estimado del acondicionamiento de la calle: bastante menos que una ciudad deportiva que no nos hace falta.




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Inauguramos una sección para enseñar algunos parajes de Fraga que , por su dejadez, merecen el apelativo que nos da titulo. Esos rincones los conocemos todos los fragatinos y los desconoce (al parecer) el ayuntamiento. Vamos a mostrárselos y así se pondrán manos a la obra para acabar con ellos, sin más dilación.

El Rincón del olvido: Plaza Juan Carlos XVIII o "replaceta del carbó"

Pocas obras acumulan tantos disparates en su ejecución como la plaza Juan XXIII, también conocida como replaceta del carbón.

El subsuelo de la plaza esta minado, como otras partes de Fraga, por subterráneos conocidos como sitjas. No está claro que eran exactamente, pero parece ser que se utilizaban como depósitos de grano o carboneras.

Al renovar la plaza se tomo la acertada decisión de colocar unos cristales en el pavimento  y sobre las bocas de las sitjas, así podría verse su interior desde arriba. También se instalaría un sistema de iluminación para poder verlas de noche.

Las chapuzas comenzaron de inmediato. Varias de las sitjas estaban llenas de tierra y había que limpiarlas. Sorprendentemente no se vaciaron todas, sin embargo se colocaron los cristales en todas las bocas ¿?. Como es natural el cristal que estaba sobre las sitjas sin limpiar, solo enseñaba un agujero lleno de tierra. Al final se colocó sobre la tierra una capa de gravilla blanca y sobre ella una piedra de molino, algo es algo. Sin embargo no hubiera hecho falta puesto que, tras la instalación de todos los cristales, se comprobó que se empañaban y no dejaban ver a través de ellos. Los marcos metálicos que los sujetaban tampoco resultaron ser idóneos, sobresalían bastante del suelo y provocaban tropiezos a los transeúntes y además eran resbaladizos cuando llovía o con niebla húmeda. Por si fuera poco el cristal quedaba muy bajo por la parte de dentro con lo que se acumulaba la suciedad.

 Al poco de estar inaugurada la flamante plaza dejaron de funcionar las luces de dos de las sitjas (y así siguen). Los cristales no debían ser de la calidad adecuada puesto que dos se rompieron (uno de ellos por un acto vandálico)  y algunos están resquebrajados. Sobre los dos cristales rotos se colocó una plancha metálica y hasta hoy. La magnífica farola central fue sustituida por unos horripilantes e ineficaces focos colgantes que también afean la calle mayor, en resumen una buena idea convertida en un desastre.

 Un año lleva inaugurada la plaza y estas son las condiciones en las que se encuentra. Visto lo visto, hubiera valido más que se adoquinara toda y en paz.


Solución: cambiar los cristales por unos mas resistentes y antivaho (o instalar una resistencia como las de las lunas de los coches, enrasarlos con los marcos y rebajar estos para que no sobresalgan del suelo.

Coste de la obra: bastante inferior al de una ciudad deportiva.
No es un caso aislado ni mucho menos. Fraga está llena de sitios dejados de la mano de la municipalidad. Los iremos viendo en este rincón del olvido que hoy comienza. Hasta pronto.
Si conoces o vives cerca de algún “rincón del olvido” no lo dudes, envíanos tus imágenes o comentarios y lo haremos visible.